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Friday, November 21, 2014

La lección de vida

Hay muchas verdades sobre la vida. Hay tres garantías en la vida. Ellos son el nacimiento, la muerte y los impuestos. La gente se concentra en estas tres cosas, pero no buscan lo más importante.

La mayoría de la gente va a buscar una relación con un amante. Hay una necesidad emocional de una relación amorosa. Cuando una persona se funda un cónyuge luego tienen hijos.

Las personas desean tener hijos. Lo triste es que la relación, los niños y los puestos de trabajo no satisfacen el alma humana.

No hay humano que es perfecto. Tu pareja tendrá defectos y la relación no es perfecta. El amor es grande, pero que va a haber problemas y no completar el alma humana.

Los niños son una bendición del Señor, pero no pueden completar el alma humana. Muchas personas se dan cuenta de esto, cuando se hacen viejos.

La gente le gusta la idea de puestos de trabajo. No hay trabajos que completarán el alma humana. No hay trabajo perfecto, pero que necesita una persona para hacer un trabajo que les gusta. La gente necesita dinero para una familia.

Hay un lugar en el corazón que necesita a Dios. Sólo Dios puede completar una persona. Hay pecado en el corazón humano a causa del pecado de Adán. Nuestro pecado nos separa de Dios. Tenemos una desconexión con el Señor.

La cruz de Jesús se puede conectar a las personas a Dios Padre. La persona tiene que arrepentirse de sus pecados y seguir a Jesús. Tienen que negarse a sí mismos y seguir a Jesús.

¿Ha rechazado el sentido de la vida?

Si tienes a Jesús en el corazón, entonces estás viviendo para Jesús? Todos los verdaderos creyentes son responsables ante Dios. Los creyentes necesitan tener una vida dedicada a Jesús.



Génesis 5:25-27

 

25 Matusalén tenía ciento ochenta y siete años cuando fue padre de Lamec. 26 Después del nacimiento de Lamec, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años más, y tuvo otros hijos y otras hijas. 27 De modo que Matusalén murió a los novecientos sesenta y nueve años de edad.


Juan 3:16-20


16 »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo *unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. 19 Ésta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la *humanidad prefirió las tinieblas a la luz, porque sus hechos eran perversos. 20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto.

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