Muchas personas se han interrogado sobre la Biblia. A veces dudan de si realmente fue escrita por Dios o si fue escrita por la sabiduría humana. En 1 Tesalonicenses 5:21 se nos anima a "probar todo". Si alguien busca la verdad, voy a explicar tres pruebas que una persona puede hacer:
La primera prueba: ¿Es profética y comprobable? Esta es la prueba más importante. Dios manda que la profecía cien por ciento precisa se use para determinar qué es de Dios y qué no lo es. Los profetas que no eran cien por ciento precisos eran considerados falsos y debían ser apedreados hasta la muerte según Deuteronomio dieciocho, del veinte al veintidós. La Biblia tiene más de seiscientas profecías históricas. Dios solo permite la verdad en la Biblia.
La segunda prueba: ¿Es confiable? Las profecías escritas después de los hechos serían sospechosas. La Biblia ha demostrado que las profecías fueron escritas antes de los hechos. La confiabilidad de los manuscritos de la Biblia supera con mucho a la de otros escritos antiguos.
La tercera prueba: ¿Es consistente? Los sesenta y seis libros de la Biblia fueron escritos por cuarenta autores que provenían de diversos orígenes educativos y culturales. Estas personas vivieron en los continentes de África, Asia y Europa y usaron tres lenguas diferentes. Explican temas controvertidos y fueron escritos a lo largo de un período de más de mil quinientos años. Uno pensaría que tal libro sería inconsistente. Sin embargo, la Biblia es consistente a lo largo de todo. Eso, en sí mismo, es un milagro.
No comments:
Post a Comment