Tenemos que decidir lo que es imprescindible importante.
Es fácil distraerse por las cosas temporales y olvidarse para siempre. Podemos centrarnos en dinero y rechazar el Señor.
El dinero no es malo pero debemos tener a Dios como nuestro Salvador y Señor.
El éxito de un trabajo es grande pero debemos honrar al Señor en nuestros puestos de trabajo.
La triste noticia es que la gente se olvide del Señor y no tienen ninguna relación con las cosas del Señor.
Esaú no tenía ningún deseo por el Señor y que despreciaba el Señor. El no seguir al Señor.
La mayoría de las personas tienen el mismo deseo. Se rechazarán el Señor y rechazar el Señor.
Jacob tenía un deseo para el Señor. Él no era perfecto, pero Dios puede usar a un hombre que desee seguirlo.
Génesis 25:29-31
29 Un día, cuando Jacob estaba preparando un guiso, Esaú llegó agotado del campo y le dijo:
30 —Dame de comer de ese guiso rojizo, porque estoy muy cansado. (Por eso a Esaú se le llamó Edom.)
31 —Véndeme primero tus derechos de hijo mayor —le respondió Jacob.
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